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04:00 a.m.: ya estábamos en camino hacia la Cueva del Hermano Pedro. Desde allí, a las 05:30 a.m., una guagua, -de las once que contamos-, nos llevaría hasta Vilaflor, nuestro punto de partida, para luego descender por los caminos utilizados por el Santo para trasladar a sus cabras desde el monte a la costa.
Comenzamos el camino a las 07:15 horas desde la plaza de la Iglesia de Vilaflor, que estaba repleta de peregrinos, y donde pudimos tomarnos un chocolatito calentito antes de partir. El camino es de fácil "pateo"para todos en general, y en el que se puede disfrutar de un paisaje de este entorno sureño muy distinto al que estamos acostumbrados a ver desde nuestro coche.
Sin prisas y con pausa para un ligero avituallamiento en Charco del Pino, llegamos a nuestro destino al mediodía. Tras saludar a nuestro Santo Hermano Pedro, tomamos rumbo de nuevo hacia La Orotava, no sin antes, como es costumbre, refrescarnos interiormente con una cervecita de la tierra.
